El consumo de leche fresca se dispara un 30% en el primer semestre del año, mientras las demás leches sólo crecen un 2,4% en sus ventas. Estas impactantes cifras ilustran que, incluso en tiempos de crisis económica, los consumidores siguen solicitando productos de calidad. La leche fresca es uno de esos productos y por ello es cada vez más demandada por los consumidores que buscan recuperar el auténtico sabor de la leche de siempre, conservado gracias a su tratamiento térmico más suave.
El mercado de la leche experimenta la demanda de productos naturales por parte de los consumidores, que apuestan por la leche fresca. La zona centro (Madrid y las dos Castillas) es la que más leche fresca consume de España.
Segón el informe realizado por la consultora Nielsen para Lauki-Lactel, en los seis primeros meses de 2009 el consumo de leche fresca ha experimentado un aumento del 30% en toda España (en comparación con este mismo período en el 2008). Esta cifra contrasta con el resto de la categoría de leche, que ha crecido sólo un 2,4 % en el mismo período. En el mes de junio se vendieron en toda España 3,6 millones de litros de leche fresca, lo que supone que cada minuto se venden en España 22 litros de leche fresca.
La leche fresca combina un cuidado proceso de elaboración que comienza en las granjas y un tratamiento térmico muy suave en fábrica: la pasterización suave. En el proceso UHT, la pasterización se lleva a cabo a temperaturas de hasta 145oC durante al menos dos segundos, en el caso de la leche fresca, la pasterización se realiza entre 72oC y 90oC durante 15 segundos.